Las empresas llevan mucho tiempo proclamando la creencia de que los empleados son su activo más valioso. Lo que los empresarios astutos están aprendiendo es que una plantilla en buena forma física y mental es clave para la productividad y el rendimiento. Por extensión, comprenden intuitivamente que proteger y cuidar el bienestar total de los empleados no sólo es beneficioso para la cuenta de resultados, sino que también es lo correcto.
En este blog, examino los elevados costes de la rotación de personal, cómo la cultura del lugar de trabajo puede favorecer el bienestar de los empleados, el papel del liderazgo y de los supervisores de primera línea, y cómo mitigar los factores de estrés habituales que pueden surgir en medio de las complejidades de las generaciones intercaladas de hoy en día.
El elevado coste de la rotación de personal
El mercado laboral actual se caracteriza por una gran demanda de talento, ya que muchas empresas luchan por atraer y retener a sus empleados. La rotación de personal no sólo agrava este problema, sino que además es muy costosa. Cuando los empleados se marchan inesperadamente, los puestos vacantes y la consiguiente reducción de la productividad suponen un coste sustancial para la organización. Los pedidos de productos no se cubren y no se cumplen las normas de servicio. Esto no sólo perjudica al rendimiento operativo, sino que también somete a un estrés excesivo a los empleados que quedan. Durante este periodo, el tiempo de los directivos se desvía de los asuntos operativos para promocionar la disponibilidad de puestos, entrevistar candidatos, negociar un paquete de compensación y supervisar la formación como parte del proceso de incorporación. Si a esto se añaden las bajas múltiples, el problema aumenta exponencialmente.
Características culturales sólidas para apoyar el bienestar total
Este tipo de situaciones subraya la necesidad de que las empresas ofrezcan un paquete de prestaciones y un acuerdo para los empleados que contribuya a su bienestar, tanto mental como físico. Las empresas de hoy en día están aprendiendo que los planes de bienestar eficaces implican algo más que un salario competitivo; implican generosas ofertas de beneficios que aborden las necesidades holísticas de salud; acuerdos de tiempo libre remunerado que sean fáciles de usar; flexibilidad en la programación del trabajo sin dejar de cumplir los requisitos del puesto; un ambiente de trabajo acogedor e inclusivo; y directivos de primera línea que respeten a los empleados y reconozcan las necesidades y preferencias individuales. Estos son rasgos característicos del trabajo que permiten a las empresas sobresalir a pesar de las presiones competitivas del mercado.
Papel de los líderes y supervisores de primera línea
Las culturas empresariales fuertes se crean en la cúspide, y el liderazgo y el apoyo de los ejecutivos son esenciales. Pero son los directivos de primera línea quienes llevan a cabo y aplican esa visión a diario. Son ellos quienes interactúan habitualmente con los empleados, fijan las expectativas, cultivan el ambiente y mantienen el equilibrio. En consecuencia, los directivos de primera línea suelen ser los más indicados para ver cuándo las cosas no van bien con un empleado. Pueden notar cuándo se hacen visibles los factores de estrés personales o relacionados con el trabajo, cuándo empiezan a aflorar las tensiones en el lugar de trabajo o el agotamiento laboral, o cuándo es inminente la salida del empleado.
Afortunadamente, los directivos de primera línea pueden formarse y equiparse para abordar y mitigar estas situaciones. Mucho depende de la capacidad de un directivo de primera línea para establecer una relación de confianza con sus subordinados directos, comprobar y comunicarse de forma regular, y hablar sobre los sentimientos en el lugar de trabajo. Aunque las generaciones más jóvenes esperan estas conversaciones, hablar de sentimientos puede resultar novedoso para otros.
Sin ser intrusivo, el genuino conocimiento e interés de un directivo de primera línea por la situación de una persona puede ayudar a aliviar la tensión en el lugar de trabajo y fomentar un entorno más positivo. El impacto y las implicaciones de las presiones económicas, la volatilidad de las relaciones o los problemas de salud de un familiar no se quedan simplemente en el reloj cuando un empleado cruza el umbral del lugar de trabajo. La empatía en el lugar de trabajo es esencial.
Los estilos y las acciones de los directivos pueden contribuir en gran medida a crear un ambiente acogedor e integrador. Esto puede adoptar la forma de permitir la flexibilidad en los horarios semanales y el trabajo a distancia en aquellos casos en que tales permisos no tengan un impacto negativo en la productividad o el rendimiento. Además, el fomento y la posibilidad de disfrutar de tiempo libre remunerado cuando sea necesario también puede contribuir al bienestar total del individuo.
Mitigar las complejidades de las generaciones intercaladas
Aunque el concepto de generación sándwich se introdujo hace varias décadas, en la actualidad ha adquirido una complejidad diferente. Originalmente, la generación sándwich se refería a aquellos que se encontraban en una etapa de la vida en la que cuidaban tanto de sus hijos pequeños como de sus padres ancianos. Hoy en día, la generación sándwich no solo puede aplicarse a la Generación X, sino también a los millennials y a la Generación Z. En un mismo hogar pueden convivir varias generaciones. Los adultos jóvenes o de mediana edad pueden cuidar de sus hijos, padres y abuelos. En otros casos, una persona joven puede vivir en casa de sus padres y ayudar a sus hermanos pequeños o a sus abuelos mayores.
Las empresas deben conocer y estar preparadas para atender las necesidades individuales y únicas que presentan las múltiples generaciones de trabajadores. Para asumir sus responsabilidades personales y profesionales, valoran la flexibilidad de horarios, un ambiente integrador y ofertas de prestaciones dirigidas a sus necesidades y circunstancias específicas. Deben cuidar de sí mismos y de su bienestar total para cuidar de los demás y contribuir a los objetivos de producción.
Como muchas otras situaciones, los retos de la vida evolucionan. Las necesidades y preferencias personales cambian. Los empresarios que reconocen esta dinámica y responden con agilidad en el lugar de trabajo no sólo ofrecen rendimiento, sino que también apoyan y revitalizan a los empleados en el proceso. Estas organizaciones son las que están bien posicionadas para la carrera a largo plazo.
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