El fraude de seguros no siempre ocupa los titulares más interesantes, pero es un delito que se comete a diario en todo el mundo. Y, contrariamente a la equivocada opinión popular, dista mucho de ser un delito sin víctimas: tiene implicaciones de gran alcance para los consumidores, las empresas y los mercados mundiales.
Recientemente, tuve la oportunidad de participar en la Cumbre Mundial sobre el Fraude en los Seguros (GIFS) en Singapur, junto con más de 100 delegados de todo el mundo que, día tras día, trabajan para hacer frente a este riesgo. Este evento preeminente, que ya va por su sexta edición, se celebró por primera vez en Asia, apoyando la apertura del mercado a nuevas perspectivas.
He aquí algunas de mis observaciones sobre el reto que supone combatir el fraude en los seguros en Asia y un apunte sobre algunas de las últimas amenazas a escala mundial.
Un cambio cultural digno de mención
A principios de este año, leí un artículo en el que se mencionaba que gran parte del sector asegurador asiático está enredado en procesos reactivos para atajar el fraude, en lugar de contar con un marco de riesgos cohesionado. Pero después de pasar un rato con delegados de toda Asia (Hong Kong, Indonesia, Corea, Malasia, Singapur y Tailandia), salí del GIFS con una perspectiva muy distinta.
A pesar de las realidades y limitaciones de las estructuras nacionales, en el mercado asiático ha surgido un denominador común aceptable y definido: El fraude en los seguros se reconoce ahora claramente como un problema grave, y se está desarrollando un interés transfronterizo por hacer más para atajarlo. Desde coaliciones ad hoc hasta debates regionales en los que participan aseguradoras y agencias más allá del mercado directo, los esfuerzos de colaboración están allanando el camino hacia una plataforma de estrategias transfronterizas eficaces -y resultados dinámicos- que son fundamentales para abordar los retos a los que nos enfrentamos. Es una gran noticia para nuestro sector en Asia.
Tanto entre los suscriptores asiáticos como entre los gestores de siniestros, observé un enorme entusiasmo por el problema, una apropiación tangible del mismo y el compromiso de hacer algo al respecto. Me alegró especialmente ver que esto venía de arriba abajo en algunas organizaciones, marcando la pauta de cómo quieren hacer negocios. Por supuesto, puede resultar abrumador entender cómo luchar, ya sea a escala local, regional o mundial, pero fue edificante ver un impulso cultural concertado para que el mercado asiático alcanzara una fase proactiva reconociendo el problema y desarrollando una estrategia.
El camino a seguir
Ser testigo de la pasión por abordar el riesgo de fraude en Asia fue una fuente de gran motivación personal, y me anima el interés del mercado por los enfoques asociativos y la aplicación de principios y conocimientos bien establecidos al desarrollo de estrategias antifraude sólidas. Puedo dar fe de los pasos positivos que se están dando a nivel local y, cada vez más, a nivel regional. Pero las grandes cosas requieren tiempo y esfuerzo, y nunca debemos olvidar que Roma no se construyó en un día.
El valor y la motivación que he sacado del GIFS en Asia siguen alimentando mi trabajo, y a su vez el de mis colegas, a medida que reforzamos la estrategia antifraude de Sedgwick en nuestros nueve países del continente.
Las últimas amenazas
Aunque la mayoría de las reclamaciones son auténticas, los seguros siempre atraen a quienes intentan burlar fraudulentamente el sistema. Y cada vez son más los delincuentes que actúan a escala internacional. Hoy en día no hace falta mucho para que los defraudadores de seguros, tanto oportunistas como organizados, se vuelvan creativos con sus actividades, y cada vez es más frecuente verlos jugar a jeux sans frontieres (juegos sin fronteras) sin demasiado esfuerzo. Algunas de las historias compartidas por los asistentes al GIFS fueron alucinantes. Fraude transfronterizo a los seguros: es el reto al que hay que enfrentarse.
Otras tres conclusiones parecieron resonar universalmente:
- Todo el mundo observa un repunte del fraude oportunista. Todos coinciden en que ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, y que la correlación entre las difíciles condiciones económicas y el fraude a las aseguradoras sigue viva. Este tipo de fraude a menudo adopta la forma de reclamaciones deliberadamente exageradas, en las que el reto es encontrar el elemento falso en lo que, por lo demás, es una pérdida genuina.
- El fraude organizado -que durante tanto tiempo se ha centrado en los siniestros de automóviles, con estafas de "choque por dinero" y similares- se está extendiendo ahora a otras líneas de productos. Por ejemplo, los sistemas de seguros integrados están en el punto de mira, con líneas de productos como accidentes y salud, y viajes, ocupando un lugar destacado.
- La manipulación superficial (edición básica) y profunda (que requiere inteligencia artificial) de documentos y fotos sigue siendo una amenaza importante. La creciente popularidad y accesibilidad de las herramientas de IA ha abierto nuevas puertas a las oportunidades de presentar reclamaciones fraudulentas.
Los estudios han demostrado que hacer algo para combatir el fraude en los seguros es muy importante para la mayoría de los consumidores. De cara a 2025 y más allá, podemos esperar que la lucha contra este riesgo siga siendo un componente fundamental de las estrategias de riesgo de las aseguradoras.
Puedo decir con certeza que asistir al GIFS fue uno de los momentos más destacados de mi año. Sedgwick volverá el año que viene a Toronto, porque este es exactamente el tipo de foro de colaboración que se necesita para coger impulso.

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Para más información sobre las tendencias del sector que los expertos de Sedgwick observarán en el próximo año, consulte nuestro informe Previsiones 2025 en sedgwick.com/thoughtleadership.
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